El siguiente artículo no contiene spoilers de la primera parte de Siega, pudiéndose seguir sin haber leído nada de la historia.
La saga de Siega dio el campanazo el año pasado. En parte porque es buena, ágil y entretenida. Pero en parte también porque es preciosa. Con un portadón para hacerse posters y una maquetación maravillosa, Nocturna nos traía la última novela del neoyorquino Neal Shusterman.
Reconozco que yo fui de las que cayó por su imagen. No debe hacerse, pero a veces sucede y la estética es puñetera y seductora. Una paleta de colores viva, basada en negros, rojos y amarillos llamaba desde cualquier rincón de la librería a la que fueras. Por dentro, hojas negras se intercalaban con la historia principal. Lo que de entrada parecía una concesión estética recoge su sentido en cuanto comienzas a leer la trama. Pero en su segundo libro se convierte en una pieza no sólo relevante, sino preciosa y que en momentos me ha recordado a la inteligencia artificial de la serie Person of Interest, que tantos lagrimones llegó a sacarme.
Este otoño Nocturna nos traía la segunda parte, con una imagen igual de impactante y una historia más fresca que nunca. Pero no vamos a hablar específicamente de este segundo volumen. Hablemos de por qué vale la pena no solamente Nimbo sino toda la saga mediante cinco motivos.
Empecemos por los datos de este segundo volumen:
Nimbo
- Título: Nimbo
- Saga: Siega
- Autor: Neal Shusterman
- Traductora: Pilar Ramírez Tello
- Editorial: Nocturna (octubre 2018)
- Formato: Rústica con solapas
- Idioma: Castellano
- Nª de páginas: 600
- Fecha de lectura: noviembre 2018
- Enlace de compra: Cyberdark (Rústica con solapas)
Su historia
Siega a fin de cuentas habla de una comunidad cuasi mágica. En un mundo en el que la muerte natural ha sido superada, y nuestra edad es eterna y reseteable, el control de la natalidad se convierte en una pieza clave y necesaria. Pero quién debe ejercer ese poder. La muerte como personaje tangible es un tema recurrente, desde clásicos, ficción televisiva (como pueda ser la buenísima comedia Tan muertos como yo) o literatura moderna (a quién no le ha arrancado un par de sonrisas la muerte mayúscula de Pratchett).
En este caso viene de la mano de los segadores, una profesión selecta que decide quién vive y quién no y, sobre todo, de qué forma se ejerce ese poder. Así tus días finales pueden venir de la mano de alguien misericordioso y que realice su trabajo con la honorabilidad que se le supone, o quien ejerza la profesión de forma zafia e indiscriminada. El tipo de crisis que se presentan son las de una novela de aventuras bien desarolladas, pero éstas se suceden en un entorno con un tema atrayente y bien explotado.
La muerte
No hay que perder de vista que la última saga de Neil Shusterman es literatura juvenil. Decidir hablar de un tema como este desde la perspectiva de una novela para chavales es, cuanto menos, valiente. Caer en la cursilería y en las frases blandas es una tentación muy evidente y sin embargo logra plantear temas sustanciales desde una escritura sobria y hasta amable. Es cierto que no da prácticamente voz a los sujetos que son escogidos para morir, es una historia de segadores, no de segados. Pero aún y con todo, el tipo de preguntas que plantea alrededor del respeto con el que se debe ejercer algo así hace que sea muy fácil plantear la propia necesidad de un control demográfico o el sentido que cada uno decida darle a su vida. Constantemente sobrevuela no únicamente la mortaldad sino la responsabilidad profesional y la honorabilidad con la que uno decida encarar un oficio.
Sin pretensiones ni grandes peroratas, Siega es una saga que constantemente está hablando de ética y responsabilidad personal Y, sin embargo, logra hacerlo sin sonar aleccionador.
Imagen promocional de la comedia ‘Tan muertos como yo’.
El tono
Aunque ya lo he mencionado por encima, el tono con el que se plantea la narrativa es básico en un argumento difícil como este. Sin llegar a parecer fingidamente enrollado, tanto el estilo como la traducción (obra de Pilar Ramírez Tello) son socarrones y en ocasiones te arrancan sonrisas (y hasta risas). Su escritura es muy fresca y permite leerse sin dificultad, centrándonos en el contenido.
En una saga que ya va por más de mil páginas (y no ha terminado) que leerla sea agradable y sencillo se convierte en algo muy importante y que facilita el recomendar atacar semejante número de páginas sin miedos ni reparos. Se lee fácil. No es una historia sencilla, pero aquellos que han participado en su escritura (redacción original y traducción) nos han hecho que el camino sea mucho más ameno. Que no frenen el número de páginas, es de esas historias que no se te cae de las manos hasta que terminas con ella.
El libre albedrío
Si aceptamos que la ciencia nos llevará a la perfección tecnológica y sanitaria, nuestra vida no sólo sería infinita, sino que el trabajo como necesidad productiva humana pierde todo sentido. En ese contexto trabajar es un asunto vocacional, y hasta estacional. Cuántas décadas puede uno ejercer la misma labor innecesaria hasta cansarse y aprender otro oficio. Por qué ser constructivo en un entorno que te permite ser destructivo gracias al permanente arreglo de la robótica.
Pese a que el tema del libre albedrío está muy presente en el primer volumen, donde dos adolescentes deben decidir si acepta ser un emisario de la muerte y regalar toda la eternidad al lado oscuro (justo como sucede en la acabada de estrenar Las escalofriantes aventuras de Sabrina, por cierto), es en este segundo en el que se muestra más completo.
El sentido y la delicadeza ante la personalización de la muerte es tratado al arrancar la saga, dejando Nimbo como campo en el que hablar de la existencia humana y la responsabilidad ante las decisiones de un simple no-mortal. Sin entrar en detalles acerca de la trama que obligarían a destripar contenido, en esta ocasión, y constantemente, se habla del cómo encajar en tu lugar cuando el futuro es eterno. Quizás éste sea un tema de ciencia ficción desde la mirada de un adulto; pero a la que nos ponemos en la piel de un adolescente que debe decidir a qué dedicar los próximos cuarenta, cincuenta años de su vida deja de sonar tan marciano y se muestra como una de las crisis que casi todos hemos vivido en algún momento.
Neal Shusterman. (Fuente: GooglePlay)
Nimbo
Nimbo es como se llama la realidad virtual que controla todo aquello que tenemos en la nube. Es nuestro historial médico, la cámara de seguridad del supermercado o la voz que te responde cuando tienes una duda. Si bien la propuesta resultaba curiosa en su primera parte, reconozco que me despertó poca empatía. Bien, había unos mensajes de una mente pensante que lo sabe todo. En el mundo de google y de las copias digitales lo cierto es que no sonaba ni tan loco ni tan osado, parece que la digitalización de todos los datos llevando al control extremo de nuestras trayectorias es algo que tarde o temprano, de una forma más o menos centralizada, llegará. O por lo menos se aproximará.
Sin embargo la propuesta crece en su segunda parte, llegando a ser no un personaje más, sino el personaje más complejo y al que más llegamos a conocer. Como decía al principio recuerda poderosamente a la máquina de inteligencia artificial de Person of Interest. Y como allí, lloraremos cuando desarrolle suficiente personalidad como para tener emociones propias; cosa que estoy casi segura que acabará sucediendo.
De alguna forma, Neal Shusterman logra humanizar a un ordenador. Primero consigue que entendamos lo aséptico de una máquina que obra según una serie de procesos lógicos que se le ha enseñado. Pero lo que resulta mucho más difícil de reproducir es que consigue que poco a poco vayamos percibiendo que crece adquiriendo una conciencia de sí misma que no puede más que enamorarte y hacerte necesitar saber qué sucederá con Nimbo en las siguientes páginas.
Maritxu
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Esta saga, junto con las del mundo de Grisha y las novelas de Victoria Schawb creo que son las novelas YA que más me llaman la atención actualmente y que tengo en mi wishlist a la espera de bajar mi pila. Pinta muy bien, y el tema de una academia de segadores que deciden quien vive me fascina. Cae pronto fijo 🙂
Yo lo estoy leyendo muy a gusto, y conforme avanza más. Es una historia que engancha y está bien escrita. Muy recomendable =)