- Título: Lago negro de tus ojos
- Autor: Guillem López
- Editorial: Runas (Alianza)
- Formato: tapa dura
- Nº de páginas: 133
- Diseño de cubierta: Octavi Segarra
- Fecha de publicación: abril de 2019
- Fecha de lectura: mayo de 2019
- Enlace de compra: Amazon
Aunque terminé Lago negro de tus ojos hace ya unas semanas, he tardado en decidirme a escribir esta reseña, porque es uno de esos libros que se leen en un par de horas, pero dejan poso. Pasas la última página y permanece una sensación de ahogo, de agobio. una opresión que tarda en deshacerse. Días después te sorprendes pensando de nuevo en algún pasaje y retomando el libro para volver a leerlo. Lo que ocurre es que el poso está fermentando y se está convirtiendo en un caldo espeso y amargo, en tu cabeza y también en tus tripas.
Tras El Incidente, unas extrañas lagunas aparecieron por todo el mundo.
Sinopsis
La periodista Carla Babiloni regresa a El Clot, donde está la más grande de todas ellas, para investigar la desaparición de una actriz. Pero el regreso es un ajuste de cuentas con el pasado, un reencuentro con todo aquello que creía haber dejado atrás de forma definitiva. Deberá enfrentarse a policías corruptos, militares de una agencia de seguridad mundial y sectarios fanáticos, además de a sus propios miedos y temores, atrapada en un torbellino de recuerdos y profecías funestas.
No es una lectura amable: la historia en sí, la ambientación y, sobre todo, ese poso que va quedando a medida que se lee hacen de Lago negro de tus ojos un libro duro y sin concesiones, como suele ser habitual en su autor. Desde las primeras páginas el lector se sumerge en el ambiente enrarecido y asfixiante de un pueblo que ha sido especialmente afectado por «El Incidente», asediado desde entonces por los turistas y por plagas de insectos, omnipresentes. El nombre elegido para el pueblo ya es bastante descriptivo: El Clot significa «el agujero».
De forma paulatina, guiados por un narrador que desde el primer momento se identifica como poco fiable, empezamos a respirar la atmósfera de El Clot. Conocemos a algunos de sus habitantes, personas que viven el día a día inmersos en una situación extraordinaria y parecen haberse habituado sin problemas. Pero solo lo parece. El Incidente, la investigación de Carla, su propio pasado familiar, en el que se adivina algún suceso trágico y la intromisión del narrador, que pretende ser mero testigo o espectador de los hechos (nada más lejos de la realidad) van combinándose para construir una historia absorbente y perturbadora.
Como es habitual en las obras de Guillem López, en Lago negro de tus ojos hay muchas capas de lectura. Nada de lo que escribe, ni una sola palabra, ni un solo episodio parece escogido al azar. Entre todos esos niveles de lectura, yo solo puedo ofrecer mi interpretación personal, aunque seguro que se me escapan muchas cosas. En la historia de Carla, la periodista que regresa al pueblo donde se crió y sufrió acontecimientos traumáticos, veo una reflexión sobre la culpa y un pasado que se convierte en una carga de la que no se puede huir mientras se viva.
¿Por qué regresó a El Clot? Quizá no se había ido nunca.
Bernat es un hombre aparentemente convencional, acomodado en el pueblo desde siempre, con familia y un trabajo que no tiene nada que ver con su verdadera vocación, incluso tiene una amante (¿?) pero en el fondo es un inadaptado, puede que un poco sociópata. Bajo esa capa de normalidad discurre una constante crítica hacia el mundo, una suerte de hastío existencial, una percepción de si mismo que parece lúcida por lo poco halagüeña. Todas estas contradicciones se manifiestan en una serie de trastornos que tienen su reflejo en su narración poco fiable, en la que debemos elegir qué partes creer y qué partes no.
El pueblo, El Clot, el agujero, es un trasunto de nuestra sociedad actual, tal como la ve el narrador o, quizás, el propio autor: decadente, apoltronada, hipócrita, que se deja manipular por los poderosos y se acomoda a aquello que le viene dado, por extraordinario que sea en realidad, por injusto o alienante que resulte, con tal de poder disfrutar de una vida en apariencia tranquila.
Y, por supuesto, La Laguna. Ese vacío profundo e insondable que introduce un elemento de horror cósmico en el relato, produciendo una suerte de atracción fatal sobre las personas más predispuestas o, quizás, sobre las más manipulables. Representa lo desconocido, un interrogante de tipo existencial (¿qué hay más allá?) que despierta nuestros terrores más atávicos. Y al mismo tiempo, La Laguna actúa como catalizador de todos los males subyacentes en una sociedad y en unas personas ya de por sí corruptas y decadentes.
Hasta aquí los elementos principales que intervienen en el libro. Cuestión totalmente aparte es la historia que se cuenta. Aparentemente es una historia de horror de tipo lovecraftiano que, en algunos momentos, coquetea con la ciencia ficción. Eso, si nos atenemos a lo que el narrador quiere mostrarnos. Sin embargo, creo que hay indicios suficientes en la novela para que el lector se plantee la posibilidad de hacer otro tipo de lectura y quedarse con una interpretación mucho más mundana, pero igualmente terrible.
No se puede reseñar este libro sin hablar de los aspectos formales del mismo. Sin utilizar ni una sola ilustración, Guillem consigue que el lector vea la historia a través de viñetas de cómic que se le aparecen tan claras en la imaginación como si las tuviera delante: un cómic en blanco y negro, de imágenes oscuras y con muy poco texto, porque la actitud de los personajes, sus miradas, sus expresiones, sus silencios y el entorno que los rodea son suficientemente expresivos. Las diferentes tipografías utilizadas en los títulos de los capítulos tampoco resultan casuales. Cuando la historia llega a un momento donde la percepción del narrador se distorsiona, el texto se convierte en lo que yo llamaría «caligramas caóticos». La narración se transforma así en un puzzle compuesto por piezas inconexas que el lector puede tratar de encajar… o no. Una apuesta arriesgada, pero creo que muy acertada o, cuando menos, efectiva.
En definitiva, un libro muy recomendable para una lectura (o varias) en profundidad. Contiene una historia de horror que, en ciertos momentos parece querer rozar la ciencia ficción, pero es mucho más que eso. Es también una profunda crítica hacia la sociedad y una incursión en el laberinto de la mente humana y sus argucias. Y todo ello aderezado con notables elementos de innovación formal.
Valoración
-
9/10
Latest posts by Consuelo Abellán (see all)
- Queremos que Blanca Mart vuelva a la palestra - 2 diciembre, 2019
- La tierra multicolor: ¿continuará…? - 22 noviembre, 2019
- Rebelión 20.06.19: informe de disección - 20 noviembre, 2019