La Venta del Lucero
Título : La Venta del Lucero
Autor : Carlos G. Gurpegui
Editorial : ReaDuck
Formato : bolsilibro
Nº de páginas : 85
Idioma : castellano
Ilustración de cubierta : José Antonio González
Fecha de publicación : junio 2019
Fecha de lectura : agosto 2019
Enlace de compra : web de la editorial
La editorial ReaDuck , de creación muy reciente y especializada en libros de videojuegos, narración interactiva, juegos de rol y ficción transmedia, publicó este verano este cuento de Carlos G. Gurpegui , autor de El soñador de Providence (Héroes de Papel , 2018). Era este un ensayo sobre la vida y obra de H. P. Lovecraft y su influencia en los videojuegos, en juegos de rol y otros juegos de mesa.
Pero el libro del que os quiero hablar hoy es otra historia. Es un cuento —por lo tanto, ficción— ambientado en Cádiz durante la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas.
Es un cuento breve, pero intenso. En sus 85 páginas —y en formato mini— el autor presenta a los personajes principales con cuatro pinceladas, como pintadas al azar aquí y allá. Tenemos a Gabriel, el oficial francés al mando de un grupo de soldados en una misión de búsqueda, veterano de otras guerras y con muchos viajes a sus espaldas. Y tenemos a Teodosia, la propietaria de la Venta que da título al cuento.
Uno de los principales aciertos de este libro, para mi, es sin duda la forma de presentar a Teodosia. Es una mujer fuerte e independiente. Regenta su negocio con mano firme y acoge chicas que lo han perdido todo en la guerra —no es lo que estáis pensando, mentes sucias— . Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta de dónde procede ni cómo ha llegado a donde está. Un aura de misterio la rodea desde el principio de la narración.
Pero Teodosia no es el único personaje misterioso. Cerca de la Venta del Lucero se extienden las marismas, cuya ominosa presencia las convierte en un personaje más del cuento. Las marismas se convierten en un paisaje inhóspito para el ejército invasor, pero tampoco son amistosas para los autóctonos. Y ese es otro de los puntos positivos de este relato: la creación del ambiente.
Una de las cosas que me gusta encontrar en los libros y que me hace apreciar la habilidad de los autores, es que vayan apareciendo pistas salpicadas por el texto, que en principio pasan desapercibidas al lector y que solo cobran significado cuando se revela el final de la historia.
Y es algo que he encontrado en La Venta del Lucero . Hasta tal punto, que he disfrutado leyéndolo por segunda vez, pues solo con esa relectura, conocido el final, se aprecian esas pistas con todo su significado. Creo que es algo que habla muy positivamente del autor y de su capacidad para conducir al lector o lectora por donde le interesa.
Carlos G. Gurpegui
Y esto de las pistas viene al hilo de lo que os contaba antes sobre el misterio que rodea a Teodosia y la presencia amenazadora de las marismas en toda la narración. Apenas con este par de elementos, con las miradas cargadas de significado que se cruzan algunos personajes en determinados momentos y con una historia espeluznante narrada en la sobremesa, Gurpegui consigue envolver al lector en un ambiente de misterio, opresivo, inquietante… Todos esos adjetivos que se usan para expresar desasosiego.
Me pasé las primeras 75 páginas del libro con el alma en vilo, sumergida en ese ambiente oscuro que os comentaba, anticipando que algo iba a pasar, pero sin tener ni idea de qué podía ser. Había pistas suficientes para intuirlo, para adivinar que no todo el La Venta del Lucero es lo que parece, como reza la sinopsis, pero no para prever el final. Bien por el autor.
Pero quizás es precisamente el final lo que me defraudó un poco. No es que sea un mal final. De hecho, es perfectamente coherente con todo lo que el autor ha ido contando desde el principio. Es solo cuestión de gustos personales. En los cuentos, y sobre todo en los de terror, me suelen gustar más los finales menos explícitos, con cierta dosis de ambigüedad que deje margen a la interpretación del lector. Pero si os gusta el horror explícito, sin duda La Venta del Lucero os encantará.
En resumen, La Venta del Lucero es un cuento cuya lectura se disfruta, escrito con una prosa impecable y con un final horripilante, sin concesiones. Muy al estilo Lovecraft.