- Título: La tierra multicolor (Exilio en el Plioceno I)
- Autora: Julian May
- Editorial: La máquina que hace ping!
- Formato: rústica con solapas
- Nº de páginas: 497
- Idioma original: inglés
- Traducción: Cristian Arenós Rebolledo
- Ilustración y diseño de cubierta: Carolina Bensler
- Fecha de publicación: septiembre 2019
- Fecha de lectura: octubre 2019
- Enlace de compra: web de la editorial
La tierra multicolor es el primer volumen de la saga Exilio en el Plioceno, que incluye otros tres títulos más: El torque de oro, El rey nonato y El adversario. Los cuatro títulos, publicados en castellano en 1985 por Ultramar en su colección Grandes Éxitos Bolsillo (Ciencia Ficción), con traducción de Domingo Santos, transcurren en el contexto de La Intervención, que la autora desarrolló posteriormente en la trilogía homónima –cuyos tres volúmenes se titulan La vigilancia (Ultramar, 1989), La revelación (Ultramar, 1989) y El metaconcierto (Ultramar, 1989)–.
La Intervención es el nombre que recibe el proceso a través del cual la humanidad entró en contacto con otras especies extraterrestres, y fue asimilada de forma pacífica en el Medio Galáctico, una forma de gobierno interplanetario que facilita la convivencia de distintas especies inteligentes y aprovecha las capacidades psíquicas de los individuos.
La máquina que hace ping! nos ofrece ahora este primer volumen de la saga, con nueva traducción y una edición muy cuidada. Me pregunto si habrán pensado en reeditar la saga completa, luego os cuento por qué.
La premisa de la que parte La tierra multicolor no es exactamente novedosa, ni lo era en 1981: una serie de personas, que no consiguen adaptarse a la forma de vida establecida por el Medio Galáctico, ven una vía de escape en un viaje sin retorno hacia el pasado prehistórico de la Tierra.
Esta idea del viaje sin retorno hacia la prehistoria ya la había utilizado Silverberg en Estación Hawksbill, publicado en 1967, con la diferencia de que este concibe ese exilio como una prisión para disidentes políticos mientras que los exiliados de Julian May viajan de forma voluntaria –casi todos–, cada uno buscando algo que no encuentra en su presente. A pesar de ello, el conjunto de la novela, el contexto en el que está ambientada y los giros que va tomando la trama sí que resultan originales e incluso sorprendentes en ocasiones.
El libro está dividido en tres partes claramente diferenciadas más un preámbulo cuya relación con el resto de la historia no se revelará hasta muy avanzada la lectura.
En la primera parte la autora nos presenta a sus protagonistas. Es una presentación bastante extensa, pero en modo alguno se hace pesada. Al revés, creo que es una de las partes de la novela con la que más he disfrutado. La forma en que May analiza la psicología de cada personaje, sus anhelos más íntimos, su frustración, sus motivaciones, etc. es… divertidísima, incluso hilarante en ocasiones.
Precisamente el perfilado y desarrollo de los personajes es uno de los puntos fuertes de la novela. Todos ellos son, de alguna forma, inadaptados en su presente. Todos desean escapar de un modo de vida que les frustra, cada uno por sus propios motivos: un sueco que quiere ser un auténtico vikingo, una deportista demasiado buena para competir en equipo, un paleontólogo viudo, un antropólogo enamorado, una monja asceta, un comerciante arruinado, un pícaro encantador, egocéntrico y amoral…
Por supuesto, cuando atraviesan el portal que les llevará a su anhelado exilio, lo que encuentran allí es algo totalmente inesperado. En este punto, la novela da un giro de 180º y pasa a poner el énfasis sobre la intriga por lo que está pasando en esa tierra multicolor que es el Plioceno, la acción trepidante y la aparición de criaturas extrañas, unas pertenecientes al pasado terrestre que conocemos y otras totalmente fantásticas.
De modo que nuestros protagonistas no solo deben luchar por sobrevivir en un entorno que ya preveían que podía ser difícil –a ver cómo sobrevivirías tú en el Pleistoceno sin móvil, ni Internet, ni médicos ni nada– y para el que se habían preparado a conciencia, sino que deberán enfrentarse a retos mucho más acuciantes.
A partir de este momento, el ritmo de la narración se hace mucho más ágil, no dejan de pasar cosas ni de aparecer criaturas fantásticas –en algún momento llegué a pensar en antepasados de nuestros elfos y gnomos–, así como personajes que no esperábamos volver a encontrar y, sin embargo, tendrán un papel fundamental.
También veremos evolucionar a nuestros protagonistas, afianzarse sus relaciones en algunos casos y exacerbarse sus conflictos en otros. Me reitero en que el tratamiento de los personajes es de los mejores que recuerdo haber leído. Solo un aspecto de esta evolución me deja un poco fría, y es el de sus capacidades psíquicas. Si el resto de elementos futuristas están perfectamente justificados y encajados en el contexto, esto de las habilidades mentales no es solo que me suene más a fantasía que a ciencia ficción –lo cual no supondría ningún problema, por otra parte– sino que en ciertos momentos parece rozar el deus ex-machina, y eso ya me gusta menos.
No voy a contar nada más de la trama, es mejor que el lector vaya descubriendo lo que ocurre en el Pleistoceno por sí mismo. Lo que sí quiero resaltar es que todo el libro, desde las descripciones hasta los diálogos, pasando por la narración en sí misma, está cargado de una fina ironía; tan fina, que puede pasar desapercibida; pero prestando un poco de atención, revela una mirada lúcida y crítica sobre las virtudes y defectos del ser humano.
Y solo me queda explicaros por qué me pregunto si La máquina que hace ping! publicará los siguientes volúmenes de la saga. Resulta que La tierra multicolor no es una novela autoconclusiva. Sí se cierra uno de los arcos argumentales, pero perdemos la pista a la mitad de nuestros viajeros temporales y claro, una se queda con las ganas de saber qué les ocurre. Así que esperemos que este primer volumen sea todo un éxito de ventas que anime a la editorial a proseguir con la saga.
En definitiva, La tierra multicolor es un libro emocionante, original, divertido y con personajes inolvidables de los que esperamos saber más en el futuro.
Otros libros de La máquina que hace ping! en Origen Cuántico: La quinta fase de la luna, Buscando a Jake y otros relatos y Cosmografía Profunda.
Valoración
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8.5/10
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