Datos del libro
- Título: La Sociedad de la Libélula
- Autora: Ana González Duque
- Editorial: Autoedición
- Formato: Tapa blanda y digital
- Nº de páginas: 227
- Fecha de publicación: octubre de 2018
- Fecha de lectura: enero de 2019 (versión digital)
- Enlace de compra: Amazon
Imagínate que cae en tus manos un libro de tapa dura y páginas coloreadas, de esos por los que un coleccionista malandrín grita por dentro mientras a ti te dice que es solo un libro viejo. Lo sujetas con veneración mientras te sientas en tu rincón favorito de lectura y lo hueles antes de abrirlo.
Un ruido te hace levantar la cabeza con premura cuando sujetas la cubierta. Enfrente de ti, ahí donde debería haber una pared, ahora hay un agujero del tamaño de un coche por donde entra luz y aire que te despeina. Antes de que puedas reaccionar, un brazo mecánico acabado en una pinza te sujeta de la cintura, te arranca de tu sofá y te saca a un exterior que no reconoces. El frío cemento de la ciudad ha dado paso a un vergel que no sabes que se está muriendo porque brilla en decenas de colores que apenas reconoces. Estás demasiado maravillado como para darte cuenta de que la pinza te ha soltado, y es el vértigo de tu estómago el que te advierte de que estás cayendo en medio de una ciudad, una civilización, un mundo que en realidad no conoces.
Fuerte, ¿eh?
Pues eso es lo que pasa con este libro.
Bienvenidos a La Sociedad de la Libélula.
La Sociedad de la Libélula y Ana González Duque
Cuando«La Sociedad de la Libélula», la mayor editorial de fantasía del país, abre sus puertas a nuevos autores, Isabel decide probar suerte. Siempre había considerado que perderse en un buen libro era una actividad placentera.
Hasta que conoce a Melchor Malatar, el editor jefe de La Sociedad, inventor de un trasladador que permite a los escritores vivir sus propias historias. Desdibujar las fronteras entre ficción y realidad no tiene tanto encanto como Isabel había creído, sobre todo cuando se sumerge en un mundo helado y agonizante, poblado de razas extrañas, en el que su vida corre grave peligro.
Un escritor desaparecido, un homicidio y un amor que desafía todas las normas impuestas se entrelazan en una trama que Isabel deberá recorrer en busca de un final feliz capaz de salvarla.
Ana González Duque cuenta que la premisa de esta novela se le ocurrió en el Celsius de 2016, durante una charla con otros dos escritores, Rafael de la Rosa y M. P. Moles. Esto evidencia tres cosas:
- Que los escritores no deberían de tener miedo de hablar con otros de sus obras porque no, no les van a robar sus ideas;
- Que el Celsius es un evento consolidado y al que todos los que amamos la literatura deberíamos ir en peregrinación al menos una vez en la vida, como si de nuestro lugar sagrado se tratase;
- Que Ana se ha tomado su tiempo para desarrollar una idea muy buena y, como si se tratase de una semilla, encontrar un terreno fértil en la que sembrarla y regarla. Dos años y algunos meses después, con las hojas bien cortadas y arregladas, con opiniones externas como las del dúo que forman Campbell y Cotrina, nos presentó su libro.
Qué queréis que os diga. Si mimar así una historia no es amor por la literatura, nada lo es.
Y es curioso, porque supe a Ana por ese blog que no conoce nadie: Marketing online para escritores. ¿Quién iba a pensar que detrás de una experta autodidacta en marketing digital había una mujer con tanta inventiva?
La sociedad de la libélula: el ¿sueño? de todo escritor
Supongo que Ana sacó la idea de algo que todos, en menor o mayor grado, hemos deseado. ¿A quién no le gustaría ir a estudiar a Hogwarts? ¿A que no soy la única que quisiera tener La Fuerza de mi lado? Quizá no nos apetece mucho tener los conflictos que tienen sus protagonistas pero tener la vivencia, aunque solo fuera por un día, pone la piel de gallina de solo pensarlo. Y qué fácil sería conectarse a una máquina y ver las historias que inventa tu cabeza sin tener ninguna cortapisa que te distraiga de tu cometido para que, después, puedas sentarte a narrar aquello que has vivido.
Porque ser escritor es difícil, pero cuando narramos aquello que hemos experimentado solemos ponerle más fuerza y más tripas que en lo que no, aunque consigamos que lo parezca.
Como decía antes, una vez tienes una idea tan buena merece la pena explotarla. Ana podría haber ido por muchos caminos pero ha decidido aprovechar esa Sociedad para mostrarnos un mundo injusto, desigual y maquiavélico donde la supervivencia del grupo es más importante que la vida de uno solo, y donde la tradición y lo conocido ata las manos a la innovación.
Conectados a un mundo inventado
Estoy con Libros prohibidos cuando les sorprende que se catalogue La sociedad de la Libélulacomo un libro juvenil. Es verdad que ahora mismo no sé muy bien qué características ha de tener un libro para considerarse como tal, también os lo digo. Pero tengo claro que, aunque La sociedad de la Libélula es un libro blanco*, no es simple ni trata temas básicos.
No quiero desvelar mucho de la novela porque, sinceramente, me gustaría que os la leyerais. Sin embargo, creo importante destacar tres aspectos que me han parecido excepcionales.
Primero, las historias transcurren en dos mundos, uno que conocemos y otro maravilloso que surge cuando Isabel se conecta a la máquina de Melchor Malatar. Igual que leemos cómo transcurre la historia en el Madrid actual sin explicaciones innecesarias, lo mismo pasa con Anisóptera. Es cierto que en algún momento echo de menos alguna explicación más, pero se agradece que Ana no nos trate de tontos y no nos meta por el gaznate una guía de viajes.
Segundo, la construcción del mundo (no uso Worldbuildingporque creo que al jefe emérito le da muchísima rabia) está muy trabajada. De nuevo, tenemos la información justa que vemos a través de los ojos de dos personajes, uno que forma parte de la clase dominante de la sociedad y otro que está en el escalafón más bajo. Las injusticias de su sociedad se entienden mejor desde el punto de vista de este último, pero se traslucen también desde la narración del primero. Y eso solo es posible si la autora se imbuye de esa realidad como si fuera ella misma lo estuviera viviendo.
Tercero, cómo está escrito. No voy a entrar en detalles técnicos, como que las descripciones suelen ser dinámicas y apenas paran la acción. Lo que quiero destacar es que la prosa es natural, en absoluto artificiosa, directa y que sabe darle el tono necesario en cada momento. Me parece interesante, además, que la historia nos la cuenten cuatro personajes, cada uno con su manera de ver las cosas.
Las tramas y sus sorpresas
Debo decir que es muy, muy difícil que a mí un giro en la trama me sorprenda. Creo que es por culpa de mi padre, que desde muy pequeña me animaba a jugar a adivinar qué va a pasar más adelante. Creo que Ana sabe que no somos tontos y que hay cosas que los protagonistas no saben pero que los lectores sospechamos y no pretende darnos sorpresas con ello aunque tampoco nos lo deja clarísimo. Sin embargo, y sin destripar nada, debo decir que un par de detalles sí que me sorprendieron y que no vi venir hasta casi el último momento. Me hizo disfrutar como una enana, la verdad.
Otra cosa muy interesante es que las tramas que Ana González Duque teje en La sociedad de la Libélulason complementarias en su totalidad. Este detalle no es baladí. Explicar una sola historia que ocurre en diferentes tiempos, con diferentes personajes y diferentes escenarios es complejo, tanto en su planteamiento como en su ejecución. Y, más difícil aún es hacerlo parecer fácil.
Ah, y no puedo dejar de admirar las preciosas portada y contraportada, obra de Libertad Delgado, que también ha ilustrado a los personajes protagonistas.
En resumen, La sociedad de la Libélula es un ejercicio de narrativa interesante por la forma, el contenido y su envoltorio. Y, si os preguntáis si me conectaría a la máquina que Melchor Malatar pone a disposición de sus escritores para conectarse a sus mundos, os contestaré que… Depende. Desde luego, si fuera para conectarme a Anisóptera me lo pensaría mucho. Mucho, mucho.
*Para mí, algo blanco es un producto cultural para todos los públicos en el que no hay muertes gratuitas ni gore,o más sexo que en un burdel, pero no significa que la trama o la idea que hay tras ella sea simple. Vamos, cualquier cosa que no sea la serie de Juego de Tronosy productos similares.
Valoración
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7.5/10
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Una reseña maravillosa de una reseñadora excelente sobre un libro increíble. Siento los adjetivos, pero los necesitaba y, aún así, se quedan cortos. Los tres.