Datos del libro:
- Título: Jaulas de aire
- Autora: Arantxa Rochet
- Editorial: Torremozas
- Formato: rústica con solapas
- Nº de páginas: 126
- Fecha de publicación: diciembre 2017
- Fecha de lectura: febrero 2019
- Enlace de compra: Amazon
Esta es una reseña escrita a cuatro manos por nosotras dos, Cristina y Consuelo, y es la consecuencia natural (toma homenaje, Elia) de la lectura conjunta que hicimos del libro y que fuimos comentando en este hilo de Twitter. En los días que duró esa lectura pudimos intercambiar opiniones e interpretaciones de los relatos, en ocasiones incluso comentarlos con la autora, y descubrimos cosas muy interesantes en cada cuento y también en el libro en su conjunto. Lo que comentaremos aquí es el resultado de nuestras conversaciones, y por eso escribiremos en plural no mayestático.
En esta antología, la madrileña Arantxa Rochet despliega un universo distópico propio que explora las contradicciones a las que se enfrenta el ser humano moderno. Los escenarios distópicos permiten llamar la atención sobre ciertos aspectos de la realidad que chirrían, como la falta de privacidad, el consumismo despiadado, la desconexión con el medio ambiente o la dependencia tecnológica, para exponerlos y hacer reflexionar al lector o lectora sobre sus implicaciones.
Es posible dividir los relatos por temáticas, aunque en algunos se trate más de una. «Cinco milésimas», «Chimenea» y «Biointegrada» abordan la dependencia enfermiza del ser humano hacia lo tecnológico. En el primer cuento, «Cinco milésimas», esto se lleva hasta el extremo con un ejemplo de deshumanización completa del individuo. En «Chimenea» se deja sentir sobre todo en los medios de transporte, mientras que «Biointegrada» es una historia biopunk que examina el impacto de la biotecnología.
Uno de los temas recurrentes es el progresivo alejamiento de la humanidad con respecto a la naturaleza: si en «Hogar, seguro hogar» parece deberse a una catástrofe, en «Sombra» se describen las ciudades de casas estándar, y en «Animales» la desinfección llega a niveles radicales con el exterminio de todo ser vivo que no sea humano.
Por su parte «Disfraz», «Respira», «Amistad» y «Tierra» ahondan en los efectos del capitalismo exacerbado, tanto en la identidad como en las relaciones sociales. Cualquier cosa es susceptible de comprarse y venderse, como el aire de «Respira», las relaciones interpersonales en «Amistad», o la apariencia, de una manera vertiginosa, en «Disfraz».
Un caso muy interesante es «Tierra», donde se monetiza un tipo de comida hiper-procesada, que se convierte en valor bursátil mientras, por otro lado, hay escasez de alimentos, pues la tierra cultivable se dedica a producir valores financieros en vez de comida.
Las «jaulas» a las que alude el título se refieren a lugares físicos concretos –la casa, la ciudad, la oficina– o lugares mentales –la alienación, la locura, la soledad– que en situaciones distópicas rompen las sinapsis del tejido social. El ser humano «parece» elegir voluntariamente esta desconexión, y ponemos entre comillas «parece» porque la autora juega con el desconcierto y nos hace dudar sobre si, en realidad, la docilidad que en un principio muestran los protagonistas reside en el libre albedrío o es producto de la ignorancia y de la manipulación. Son «jaulas de aire» porque son invisibles e intangibles, logrando que alguien pueda sentirse cómodo en su interior, pero no dejan de ser jaulas, que limitan la libertad. Creemos que esta idea es la que, en cierta forma, unifica todos los relatos contenidos en el libro y dota a la antología de coherencia interna.
A este respecto, otro punto de unión entre todos los cuentos es la intención reivindicativa que parece adivinarse en ellos, de denuncia de un sistema capitalista basado en el consumismo, la cosificación del ser humano y el expolio de la naturaleza. Podríamos decir que nos encontramos ante una antología antisistema, anticapitalista y ecologista. En cualquier caso, se trata de cuentos muy «versátiles», que admiten diferentes interpretaciones y niveles de lectura, con una preferencia clara por los finales abiertos, a modo de invitación al lector a pronunciarse sobre el tema.
Valoración
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7/10
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