- Autor: David Cox
- Edición: Alethé ediciones, julio 2018
- Nº de páginas: 320 páginas
- Formato: Rústica con solapas
- Lengua: CASTELLANO
- ISBN: 9788491643418
- Fecha de lectura: octubre de 2018
- Enlace compra: Amazon
Hoy terminan las reseñas de «La semana Alethé» de Origen Cuántico, una editorial a la que —como decía Maritxu en su entrada «Experimentos cuánticos. Buscando nuevas formas de apoyar el género»— siempre agradeceremos su confianza. Y aunque mañana tenemos el plato fuerte con la entrevista a Gabriella Campbell, hemos dejado la que tal vez sea la novela menos conocida para el final. La elegí porque la mezcla entre sinopsis y biografía del autor era una bomba que no podía desaprovechar y, además, parecía ser su primera publicación (o eso pensaba entonces). ¿Alethé publicando a un autor novel y totalmente desconocido? Esto lo tengo que leer.
He de reconocer que es una de las reseñas que más me está costando estructurar, tanto en mi cabeza como sobre el papel (teclado). Probablemente sea la última que escriba en mucho tiempo, así que voy a ser totalmente sincero y os podéis ir olvidando de medias verdades, prosa florida y búsqueda de la parte positiva. Esta va a salir del tirón, sin mirar atrás, sin pensar en posibles consecuencias y desde el punto de vista de un simple lector (que es lo que soy). Seguid leyendo y entenderéis a lo que me refiero, porque empiezo con una frase que tal vez os descoloque:
El libro me ha entretenido. La verdad es que no está mal, pero… Vayamos por partes.
Mezcla sinopsis/autor
Sinopsis
Hostiles es una respuesta del futuro a una realidad muy presente
Cuando el Oráculo se manifiesta ante el pueblo kham y pide que traigan a Nevus a restaurar su antiguo templo, algo empieza a cambiar en el Gobierno de los Quince.
Nevus tendrá que luchar contra los rituales y la tradición de un pueblo dominado por la corrupción, buscar a un rey perdido hace años y sentir cerca la sombra de Los Hostiles, un grupo opositor que tiene la clave del futuro del Planeta.
¿Quién controla la producción de ese metal sobre el que pivota la construcción de elementos tecnológicos?
¿Qué se esconde tras unos rituales mágicos que nadie discute?
Autor
David Cox (Madrid, 1985) es doctor en física avanzada por la Universidad de Columbia, Nueva York. Aunque profesionalmente le gustaría dedicarse a los videojuegos, a ver series y a escribir ciencia ficción, debe trabajar durante toda la semana en un laboratorio experimental de astrofísica y lanzar globos a la estratosfera para realizar estudios de cosmología. De mayor quiere ser como George R. R. Martin (con pelo y barba blanca, una enorme barriga, tirantes y gorra). Actualmente vive en Fort Lauderdale, Miami, con su mujer, su hija y tres perros.
Futuro, presente, rituales mágicos que esconden algo y, todo ello, escrito por un doctor en física avanzada. No hay que ser un experto en ciencia ficción para darse cuenta de por dónde van a ir los tiros. A priori, me pareció una lectura que iba a resultar muy interesante, tirando a hard y con giros en la trama que podían resultar divertidos. ¿He comentado lo de que el autor trabaja en un laboratorio experimental de astrofísica y que lanza globos a la estratosfera? Estaba deseando empezar la novela. (¡¡¡¡Globos a la estratosfera!!!)
Primeros compases de la novela
No me hizo falta leer ni 30 páginas para darme cuenta de que la prosa del autor no iba ser lo más destacable del texto pero, aunque hay veces que el estilo resulta bastante «peculiar», en general es correcto. La trama, en cambio, engancha casi desde el principio y empezaba a ver toques tecnológicos que, aunque me chocaban, tenían su punto. «No puede ser que esto lo deje así. El autor es doctor en física avanzada y trabaja como astrofísico, esto lo tiene que explicar en algún momento. Tranquilo, que no cunda el pánico». Estas fueron algunas de las reflexiones que me iba planteando en estos primeros compases de la novela, pero la explicación no llegaba y me empezaba a poner… digamos que nerviosito. Aquí es donde empiezan las preguntas, las dudas, la búsqueda y, por primera vez, la necesidad de dejar de leer e investigar un poco. Venga, vamos a buscar información sobre el autor.
Así comienza mi búsqueda sobre David Cox, el autor desconocido que publica su primera novela con Alethé. ¿O no?
David Cox
O no existe, o yo no soy capaz de encontrar a este señor. En Goodreads aparece como un autor con más de 50 títulos (de lo más variopinto y con muy pocas puntuaciones y comentarios) pero no hay información sobre él ni en Internet ni en las redes sociales. Es el escritor fantasma. Como he preguntado a la editorial y no he recibido respuesta, voy a especular. Así, a lo loco.
¿Es posible que sea un pseudónimo? ¿Es posible que no sea doctor en física avanzada? O tal vez sí que lo es pero escribe sobre otras materias y quiere mantener su anonimato las veces que escribe géneros menores como la ciencia ficción o ensayos como Creative Thinking for Dummies </ironic mode off>. Lo que está claro es que algo raro ocurre con el autor. Si nadie me lo explica pensaré lo que me parezca o, por lo menos, lo que me digan las pocas pistas que he encontrado (que me lo guardo para mí).
El astrofísico y la trama
No quiero destripar mucho la trama, pero a pesar de ser una historia entretenida y que engancha, como ya he dicho antes, hay varios momentos en los que he llegado a dudar de que el autor sea astrofísico. A ver, que puede ser que quisiera escribir una historia ligera y no meterse en camisas de once varas. Pero qué menos que ponerle el apellido «cuántico» a una red que envía millones de terabytes a toda la galaxia cuando no para de repetir que no puede viajar largas distancias porque tardaría años. Con eso me hubiera conformado y no me hubiera sacado de la lectura. Un simple «la red cuántica» (que, a efectos prácticos, es como decir «la red mágica») hubiera sido suficiente. Perdón, hubiera sido suficiente hasta que empieza a jugar con el tiempo.
Sí, amigos y amigas, el protagonista se pasa toda la historia sin poder besar a su amada porque los separan 15 años luz (aunque se puede conectar a una especie de avatar robótico, en tiempo real y sin problemas) cuando dispone de una máquina del tiempo que le permite viajar tanto al futuro como al pasado y, sobre todo, a distancias astronómicas instantáneamente. Esa es una de muchas incoherencias que he encontrado en la novela: viaja al futuro y, para salvar la paradoja, vuelve un segundo después de su partida, pero después va al pasado y lo cambia; llega al futuro y conoce perfectamente la ciudad y, además, su aspecto no llama la atención; tecnologías siempre compatibles (nunca falta el experto que es capaz de hacer que funcionen); paradojas temporales explicadas con un «no lo pienses, es mejor»; Deux ex Machina por todos los lados… y de relatividad ni hablamos. A ver, que el tío es doctor en física y a lo mejor me pega un par de ¡zascas! que me deja en el sitio, pero hay multitud de cuestiones que me hacen pensar que o se le ha ido de las manos o yo no me he enterado de la mitad de las cosas.
Es verdad que al final cierra la novela de una manera bastante convincente (curiosamente es el tramo en el que más paradojas temporales por párrafo te encuentras), pero o yo me esperaba otra cosa o la novela va justita de consistencia interna.
Star Wars
Soy un amante de la saga de Star Wars, pero jamás se me ocurriría llamarla ciencia ficción. Lo siento, pero Star Wars es fantasía. Tal vez este haya sido el error y el autor no tuviera mayor pretensión que escribir un texto fantástico con toques de ciencia ficción. Si es así, creo que la novela puede funcionar bastante bien —siempre que la tomemos como una lectura de entretenimiento y no nos molesten el resto de inconsistencias internas—. Pero creo que para un doctor en astrofísica supondría una tortura escribir esta novela. O no.
Conclusión
No era lo que me esperaba y, aunque me la he leído en dos sentadas, las constantes preguntas que se planteaban y que no encontraban respuesta me han sacado del texto. A partir de ahí, no me han importado ni el posible mensaje que quisiera transmitir, ni la prosa, ni muchos de los aspectos positivos de la novela (que los tiene). No he encontrado reseñas y en GoodReads no hay puntuaciones así que estoy deseando que alguien comente algo sobre lo que le ha parecido el texto.
Y por favor, David Cox, si estás ahí, asoma la patita (si es que existes).
Valoración
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4/10
Origen
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