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Datos del libro:
- Título: Fafner
- Autor: Daniel Pérez Navarro
- Editorial: Antipersona
- Nº de páginas: 206
- Formato: rústica con solapas
- Lengua: castellano
- Fecha de lectura: octubre 2018
- Enlace de compra: web de la editorial
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Esta es la segunda reseña de las tres novelas candidatas a los premios Guillermo de Baskerville, organizados y concedidos por la revista online Libros Prohibidos. La primera fue La moderna Atenea, de Mª Concepción Regueiro y la tercera será Ojos verdes, negra sombra, de Javier Quevedo Puchal.
Fafner es una historia dura. Muy dura. Nos habla de supervivencia, de adaptación y de cambio, pero todo elevado a niveles brutales, extremos e inmisericordes. Y lo hace a través de su protagonista, Fafner, que es a la vez superviviente solitario, héroe trágico, aventajado alumno, mesías, elegido y pelele en manos de un destino un tanto manipulador.
Aunque la novela es corta y se puede leer de un tirón y sin complicaciones, por los temas que trata y el mundo extraño en el que se ambienta resulta compleja y es difícil comentarla sin revelar más de lo conveniente para no estropear la lectura a nadie, pero lo intentaremos.
La llegada de la nueva naturaleza tendrá lugar a lo largo de 3 generaciones. La primera descorrerá los velos y predecirá el futuro observando el vuelo de los pájaros. La segunda vivirá el estallido y recorrerá los caminos durmiendo entre la maleza. La tercera lo destruirá todo y marcará su frente con ceniza. Quien escriba la crónica de la tercera generación contará la historia de los que se entregaron al incendio.
Escrita en forma de libro de viajes, Fafner funciona como un mapa del abismo, como un plano del precipicio. Ciencia ficción crepuscular y postapocalíptica, puerta hacia un laberinto poblado de una naturaleza extraña que nos susurra en los oídos mientras dormimos. Crónica de la historia de aquellos que atravesaron el umbral y vieron lo que esperaba al otro lado.
Toda la novela gira, tanto en el fondo como en la forma, alrededor de este personaje central que es Fafner, un gigante que sobrevive adaptándose, mejor que otros, a una época oscura e incierta de transición, de cambio de paradigma, de lo familiar a lo totalmente desconocido, esa nueva naturaleza que se ha ido imponiendo en tan solo tres generaciones y a la que la mayoría no son capaces de adaptarse, inmersos aún en formas de vida y de pensamiento más propias del paradigma anterior y que se revelan totalmente inadecuadas en los nuevos tiempos. En este sentido, Fafner es un privilegiado, pues parece tener una visión más clara del conjunto y un conocimiento más profundo del medio en el que se desenvuelve. Y, sin embargo, es un hombre bastante elemental, que la mayor parte del tiempo se guía por el instinto primario de la supervivencia, y un solitario, que procura reducir sus relaciones con otros seres humanos a los mínimos e imprescindibles intercambios comerciales, pues busca la autosuficiencia.
Y así arranca la novela, en la que vamos siguiendo los pasos de Fafner y le acompañamos en su vida nómada de cazador-recolector de extrañas especies de las que nunca habíamos oído hablar, pues pertenecen a la nueva naturaleza, que poco a poco va engullendo a la anterior, cambiando las reglas del juego y tendiendo trampas mortales a los que no aprenden con la suficiente rapidez o se empeñan en perpetuar esquemas y comportamientos obsoletos.
La historia que Daniel Pérez Navarro nos cuenta es la del viaje de Fafner, tanto en el plano físico como en el interior. En el viaje físico, recorremos paisajes desolados, climas extremos, asentamientos humanos abocados a la desaparición, así como especies animales y vegetales desconocidas. En el plano interior, vemos cómo Fafner trata de adaptarse a la nueva naturaleza, aceptándola como inevitable y casi como entidad divina, al mismo tiempo que sucumbe por momentos a debilidades humanas más propias de generaciones anteriores, incluso intenta rebelarse inconscientemente, hasta alcanzar el momento de la revelación final…
Estando toda la novela centrada en este personaje, parece adecuado que hablemos de él. Fafner es un hombre muy grande, muy fuerte y muy duro, casi un gigante, que gracias a las enseñanzas recibidas ha sabido adaptarse a la nueva naturaleza mejor que nadie. Ha tenido ventaja, y ha sabido aprovecharla. Es un tipo pragmático, duro y brutal hasta la crueldad, necesaria sin duda para la supervivencia. Aquí me permito una digresión: seguramente no estuviera en la intención del autor, pero a esta lectora friki en ciertos momentos le recordó, en carácter, y salvando las distancias, a Conan, el inmortal personaje de Howard, por su terquedad, por la simpleza de su carácter, por su fuerza de voluntad y por el empeño en triunfar y sobrevivir aun cuando todo parece perdido. Y por lo parco en palabras, aunque en este caso, gana Fafner, porque no es parco en palabras, es que no habla.
Como decía antes, también en el plano formal el personaje de Fafner y su particular idiosincrasia condicionan el ritmo de la narración, el tono y la forma. Así, Pérez Navarro escribe con frases cortas y contundentes, que en algunos momentos se podrían calificar como sentencias, con un lenguaje brusco y sin concesiones, que pienso que es uno de los grandes logros de la novela: la total conjunción entre el personaje y el estilo. Creo que otra cosa no hubiese funcionado tan bien. Del mismo modo, los diálogos prácticamente brillan por su ausencia. Solo en ciertos momentos algunos personajes intentan mantener una conversación, que termina irremediablemente convertida en monólogo. Pero eso forma parte del encanto de Fafner.
Convendría quizás hablar también del otro personaje omnipresente en la novela, y es precisamente la nueva naturaleza. Como apuntaba más arriba, se trata de un cambio radical en todo el ecosistema, que en un primer momento podría hacer pensar en una intención ecologista: el planeta cobrándose venganza contra la humanidad que lo esquilmó. Pero no se trata de eso, Pérez Navarro no nos habla de un retorno a la naturaleza, sino de una nueva naturaleza, totalmente ajena y extraña. Todo tiene un sentido mucho más trascendente. El cambio comenzó dos generaciones antes del nacimiento de Fafner, pero ya se venía anunciando, teniendo incluso algún profeta, algo parecido a unos evangelios e incluso un ángel vengador. De este modo, la nueva naturaleza se convierte en algo más que en un nuevo medio natural y cobra casi el sentido de una nueva religión, en la que Fafner está destinado a tener un papel crucial.
¿Cómo y por qué aparece esa nueva naturaleza? El libro contiene algunas escenas retrospectivas que dan alguna pista, al mismo tiempo que parecen querer introducir cierta crítica social, quizás con la intención de justificar la necesidad de destruir el mundo tal como lo conocemos y reconstruirlo desde cero. Esa sería mi interpretación personal, aunque probablemente me equivoque. En cualquier caso, no creo que sea necesario justificar nada, y la historia de Fafner podría leerse y disfrutarse plenamente sin esos apuntes históricos. Por otro lado, la crítica hacia todas las sociedades humanas, más profunda, a mi entender, que la crítica de esta sociedad actual, está ya perfectamente integrada en la historia, de forma mucho más sutil y contundente al mismo tiempo.
A modo de conclusión, Fafner es una novela extraña y compleja que nos presenta una humanidad condenada a transformarse o extinguirse. Quizás a ambas cosas al mismo tiempo. Lo hace a través de la mirada de un personaje carismático y nos cuenta una historia cruel y sin concesiones, en un tono y con un lenguaje narrativo totalmente en consonancia con la personalidad del protagonista y lo brutal del entorno en el que se mueve. En definitiva, es una propuesta muy interesante y una buena lectura, aunque quizás hay ciertos pasajes que podrían haberse eliminado sin que el conjunto se resintiera. No es que se echen de más, pero tampoco se habrían echado de menos.
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