- Autora: LAURA GALLEGO
- Trilogía: Guardianes de la Ciudadela 1
- Edición: Montena, abril de 2018
- Nº de páginas: 480 páginas
- Lengua: CASTELLANO
- ISBN: 9788416858330
- Comprar: Tapa dura
- Fecha de lectura: Junio de 2018
Me estreno con la primera reseña de Laura Gallego. Es un momento para marcar en mi calendario. Esta escritora patria es sin duda de las que más ha marcado la literatura juvenil española en los últimos años. A estas alturas no creo que quede ningún aficionado que no conozca las Memorias de Idhún o El libro de los portales, mucho menos mencionado y fantástico, por cierto. Laura me ha llegado ya de adulta, disfrutando de este tipo de libros de una forma algo más analítica que la que tenía cuando de pequeña devoraba hojas y hojas casi sin descanso. Y lo reconozco, me descoloca. Hay algo en su forma de escribir que nunca consigo saber si me gusta o me incomoda, pero que acaba enganchándome.
Para que os hagáis a la idea, llegué a El bestiario de Axlin sin ninguna idea de qué me iba a encontrar. La primera tarde con él pensé que era un cuento bonito para chavales de unos diez años. Esa noche tuve pesadillas. A mis 36 primaveras soñé con monstruos.
Pero es que Laura Gallego tiene una forma de escribir, así como sin mucha pretensión, dejando ahí para que mires lo que tiene entre manos. Se lee muy fácil, narra desde un tono sencillo y cercano y te describe monstruos con suficiente exactitud como para que sepas de qué te está hablando. Resultado: Yo a las cuatro de la mañana soñando que un bicho se me comía los pies y me tragaba con él. Lo mismo no es un libro ni para niños de diez años, ni para mi.
El caso es que seguí con él. El bestiario de Axlin explica la transformación del poblado a la polis. Axlin vive en una pequeña aldea. Los monstruos los acechan permanentemente, llevándose a menudo a muchos de sus miembros, de modo que no pueden evolucionar. Sus energías son invertidas puramente en la subsistencia. El valor de una mujer en edad fecunda es parir, el de un niño crecer y el del resto de la población conseguir recursos y defenderse de los ataques. No tienen acceso a una población suficiente que les permita ir más allá, combaten la endogamia intercambio vecinos de otros poblados en su situación y se limitan a sobrevivir. Aquello que no es productivo a corto plazo no tiene cabida.
En ese contexto escribir no tiene sentido. Si todo lo que haces es intentar llegar al día de mañana, qué provecho puede tener la caligrafía? Si ni siquiera tienes recursos para intercambiar con el comerciante y que te entregue limones o cuero, cómo vas a invertir en tinta y papel. Axlin tiene la suerte de ser coja como consecuencia de un ataque de niña. Y digo suerte porque eso la hace ser una rémora al salir más allá del límite de su poblado para abastecerse. Le permite dedicarse a otras cosas, en este caso, a ser la escriba del poblado.
Y despertará su curiosidad. La novela narra perfectamente el cambio de mentalidad en el momento en que toma conciencia de que hay un diario de lo sucedido. Si guardamos rastro de lo que hemos sufrido en el pasado, quizás podamos evitar que se repita. Pero entonces, ¿qué características tienen esos monstruos que nos atacan y cómo podemos resistir a ellos? De golpe Axlin quiere saber.
Y sin pensárselo mucho acaba acompañando a un comerciante de poblado en poblado, de camino en camino y acercándose cada vez más a la capital de su zona. ¿Qué supone ser la capital? Tener tamaño, y por lo tanto más gente, y por lo tanto adquirir mayor defensa y ser menos atacados. Es decir, a medida que su viaje avanza, Axlin conocerá cómo evolucionan los pueblos débiles en grandes sociedades, qué ganan y qué pierden al crecer.
En el lugar del que ella viene los niños son criados por la comunidad porque todo es de todos. El valor del individuo no existe prácticamente y reina la comuna, sin embargo, conforme avanza el desarrollo nos podemos permitir el lujo de crecer individualmente, y por lo tanto de no protegernos de la misma forma como ente perfectamente engrasado.
Con independencia de la trama concreta, que ya descubriréis, que es bonita y que consigue ir cambiando como para engancharnos, El bestiario de Axlin habla de qué supone como individuo formar parte de una pequeña comunidad colaborativa o de una gran ciudad estamentada.
Y tira de personajes potentes. Varios de ellos directamente cómicos, locos y enfrentados al riesgo permanente. Es bonito ver cómo no es fácil de situar en el tiempo. Los primeros capítulos nos podrían estar hablando de cualquier lugar remoto casi prehistórico y conforme avanza la narración también el momento temporal límite en la que lo enclavarías. Conceptos como urbanizar empiezan a tener cabida y se hace especial hincapié permanentemente en cuáles son los materiales utilizados en uno u otro momento. Recuerdo haber recibido clases parecidas en mi primer año de carrera. La técnica constructiva como síntoma de madurez social. Pero repito que Laura Gallego tiene la costumbre de dejarnos esas cosas sin ningún tipo de fuego artificial, ella siembra el dato, lo repite, lo va modificando y acabas entendiéndolo sin siquiera haber sido consciente del esfuerzo que ha hecho para escribir fácil.
Y ante todo es un cuento de aventuras. De las de siempre, de las de pelear contra animales salvajes (aunque en este caso sean monstruos) y recorrer caminos conociendo a gente extraña. Es un cuento de aventuras. De 400 páginas, con un fondo bien trabajado y una escritura madura. Pero un cuento a fin de cuentas. Os atrapará y acabareis deseando saber qué sucede con Axlin.
En ese punto ando yo, habiendo acabado el primer tomo y sin saber qué hacer con mi vida hasta que salga el segundo de una trilogía que no veo el momento de acabar.
Maritxu
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Siempre recordaré a Laura Gallego por Memorias de Idhún. Puede que fuera mi siguiente lectura que me marco tanto como Harry Potter en su momento. Llevo un poco de tiempo desenganchado totalmente de sus obras, pero esta es la primera que me ha llamado la atención por ese aire tan de cuento de monstruos (como tu bien describes) que parece. Puede que cuando este todo publicado me anime, no lo sé. Un abrazo 🙂
Gracias por dejar el comentario. Mi experiencia con Laura Gallego no es regular, no acaban de convencerme todas sus obras. Pero esta, sin duda, es una de las que me ha gustado. Ya dirás qué te parece si te animas ^^
De adolescente adoraba a esta autora, pero el libro de los portales no he sido capaz de acabármelo. Creo que el género adulto no es lo suyo, realmente iba a leer nada más suyo, pero parece que está vez ha hecho algo interesante de nuevo. Eso sí, esperaré a que acabe la trilogía para empezarlo.