- Título: De la carne
- Autor: Santiago Eximeno
- Editorial: Impresiones privadas
- Formato: rústica con solapas, ebook
- Nº de páginas: 240
- Ilustración de cubierta: Ahmed Mostafa
- Fecha de publicación: abril 2019
- Fecha de lectura: noviembre 2019
- Enlace de compra: Lektu
Esta es la tercera y última reseña de las que me corresponden como miembro del jurado de los Premios Guillermo de Baskerville 2019, que organiza y concede la web Libros Prohibidos, en la categoría Libro de relatos.
Como siempre, en vez de comentar y valorar cada relato, para no cansar a nadie prefiero hacer una valoración del conjunto del libro y limitarme a destacar los cuentos que más me han gustado. Así que allá vamos. ¿Qué vais a encontrar en este libro?
De la carne contiene catorce textos, algunos de ellos inéditos y otros previamente publicados en diversos sitios –Tantrum, Supersonic, La sirena varada, La gran belleza, NGC3660–. Los cuentos están escritos entre 2015 y 2018, por lo que podemos considerarlos una muestra de la obra reciente del autor, en lo que a ficción corta se refiere.
Lo primero que quiero destacar sobre el conjunto de la antología es lo bien escrita que está. Puede parecer una tontería, si pensamos –con toda lógica– que todo lo que llega a publicarse debería estar bien escrito. Sin embargo, la experiencia no siempre sigue la lógica, por desgracia, y «bien escrito» no basta para describir lo que contiene De la carne.
Eximeno es un autor con cierta trayectoria ya, y la experiencia es un grado que se le nota en cada línea que escribe. Para mí fue todo un placer coger el libro y empezar a leer, desde el primer relato, solo por disfrutar de una prosa tan trabajada que no se podría decir que falte ni sobre ni una palabra. No es algo habitual y, en mi opinión, son contados los autores y autoras que llegan a este nivel de maestría.
Este talento no se deja sentir solo en la elegancia y precisión de la prosa, sino también en la forma de narrar. En cada cuento, desde el comienzo, desde la primera frase, Eximeno sabe atrapar la atención del lector, cogerle virtualmente de la mano y conducirle dando un paseo por caminos aparentemente tranquilos, para enseñarle al final algo totalmente inesperado, inquietante, sorprendente o sencillamente brutal.
Hay cuentos muy variados en cuanto a género y temática. En muchos de ellos encontramos una clara intención de denuncia de un sistema que perpetúa e incluso normaliza la desigualdad y la injusticia. Sin embargo, cada relato enfoca el tema desde perspectivas diferentes y utilizando diversos instrumentos, como la ciencia ficción en Miembros de la compañía y Last exit for the lost o algo más cercano al bizarro en Mesa.
Hay también en De la carne bastantes relatos de terror, algunos con elemento fantástico y otros sin él. En muchos de ellos, Eximeno parte de una situación cotidiana, que se va enrareciendo progresivamente y termina inevitablemente de forma insólita, sorprendente o terrible.
Otra característica común a todos los textos que aparecen en De la carne y que creo merece la pena destacar, es el gran acierto en la elección de los títulos de cada cuento. Muchos de ellos tienen un sentido que solo se aprecia al terminar de leerlos y hace también doble el disfrute lector. Más que utilizar palabras con doble sentido, yo diría que la misma palabra, y quizás con el mismo significado, adquiere nuevos matices interpretativos.
He de reconocer que con algunos de los cuentos no llegué a conectar, probablemente por mi propia incapacidad de extraer una idea central o alguna conclusión que me dejara satisfecha. Pero la mayoría los disfruté de principio a fin y hay algunos que, en mi escala particular de preferencias, merecen un diez.
Uno de ellos es Mesa, del que no comentaré gran cosa aquí, puesto que es uno de los que están publicados en la revista Tantrum –concretamente, en el número 1– y ya tuve ocasión de reseñarlo aquí. Si en aquel entonces ya me gustó, esta relectura me reafirma.
Otro cuento en el que pude apreciar el buen hacer de Eximeno es Desahuciada. En este caso lo que me gustó es la forma de engañar de la narradora. Me encanta que me engañen como lectora, si al final no puedo encontrar dónde estaba la trampa. Es de esos cuentos que tienen un final que no esperas en absoluto, pero una vez leído, si vuelves atrás, resulta que tenías todas las pistas.
Algo parecido pasa con La jauría de Abel. No puedo contar mucho sin reventar la sorpresa, pero comienza pareciendo algo y termina siendo otra cosa completamente distinta. O con Paciencia, donde también hay un final sorprendente.
Entre los cuentos que se acercan más a la ciencia ficción está Miembros de la compañía. Contiene una propuesta original, donde la distopía que viven los protagonistas –especialmente impactante– contrasta con la aparente normalidad con que la aceptan. Pero ¿acaso no estamos viviendo en una distopía y seguimos con nuestras rutinas cotidianas?
En definitiva, De la carne me parece una antología muy buena y variada, magistralmente escrita y con propuestas originales y sorprendentes de varios géneros. Quizás he conectado un poco menos con los cuentos de ciencia ficción, pero en el arte de sorprender al lector, Eximeno se me ha revelado como un maestro.
De la carne es finalista en la categoría Libro de relatos de los Premios Guillermo de Basquerville 2019. Puedes ver otras reseñas de libros finalistas en Origen Cuántico pinchando aquí.
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