Athenea y los elementos: El ojo de Nefertiti
Datos del libro:
- Título: Athenea y los elementos: El ojo de Nefertiti
- Autor: Jesús Cañadas
- Ilustradora: Marina Vidal
- Editorial: edebé
- Formato: Tapa dura
- Idioma: castellano
- Número de páginas: 368
- Fecha de publicación: octubre 2018
- Fecha de lectura: diciembre de 2018
- Enlace de compra: papel
Mi hijo justo ahora aprende a identificar las letras. No sé si me va a salir lector, por ahora pinta que no, pero yo lo voy a intentar. Y en ese proceso voy pensando qué libros le iré recomendando: qué libros de mi biblioteca irán a la suya. Decidí hace tiempo que en su onceavo cumpleaños recibirá “Harry Potter y la piedra filosofal”. En esa pila entrarán los cinco volúmenes que han de llegar de “Athenea y los elementos”. Quiero que mi pequeño monstruo conozca a Thea y Mehdi, más aún, que conozca al Cañadas. Os cuento mis motivos.
Una buena historia de aventuras
Jesús Cañadas, foto de meetmrcampbell
Cuando yo era un crío buscaba eso, divertirme y pasármelo bien. Y “El ojo de Nefertiti” tiene todo lo que esperas de una buena historia de aventuras: persecuciones, acertijos, malos diversos, rescates al último momento… Todo bien compuesto, donde nada falla ni nada es al azar. Donde ríes, sufres y, como lector, te sientes uno más.
En la presentación del libro, Jesús habló de sus referentes cuando él era un joven lector, y cómo todo ese mundo ha influenciado “Athenea y los elementos”. Así, en “El Ojo de Nefertiti” encontramos constantes referencias a novelas, cómics y pelis de aventuras. Es especialmente memorable la capitana, de la que no os desvelaré el apellido para que aplaudáis mucho igual que hice yo. El relato sabe jugar bien con el humor y las situaciones cómicas, muy a lo Indiana Jones, dentro de las escenas de acción.
Los mundos hablan de la sociedad líquida, y creo que pronto de la vaporosa. Donde todo va rápido, donde tenemos poca paciencia y cambiamos rápido de contenido cuando algo nos aburre (¿habéis visto un crío con una tablet?, pues eso), Jesús Cañadas consigue elaborar una novela muy visual y rápida.
Ah, no os he contado de qué va la historia, para eso siempre es mejor recurrir a los resúmenes de la editorial:
Berlín, 1912. Cuando la madre de Athenea von Hammerstein desaparece en una excavación en Egipto, su padre parte en su busca. Pronto Athenea descubrirá que su padre también está en peligro. Para salvar a sus padres, partirá con Mehdi —el hijo de su institutriz turca— en un alocado viaje. Juntos se enfrentarán a piratas, saqueadores, poderes mágicos, anticuarios, contrabandistas, espíritus antiguos, tumbas subterráneas, ejecuciones en alta mar y, por fin, a la enemiga más peligrosa de todos: Cornelia von Hammerstein, su pérfida abuela.
En su aventura, Athenea y Mehdi descubrirán que tienen un poderoso don: la capacidad de controlar los elementos. ¿Qué secretos se esconden tras ese fantástico don?
De lo egipcio y lo mágico
Jesús Cañadas no es experto egiptólogo, él lo cuenta y se nota. Y eso es una virtud: le ha permitido contarnos una historia que escapa, y mucho, de las novelas que tienen a Egipto como excusa. Huye de las pirámides y pasa lo justo por excavaciones. Y su mundo fantástico no necesita de momias que vuelven a la vida. Y eso es una puerta de aire fresco al tratamiento del género.
Sobre su magia, como bien reflexionó Isa Janis en la presentación de la novela en Barcelona, Jesús no necesita contarnos las reglas de su magia, simplemente deja que surja y los personajes se enfrenten a ella, desde la plena experiencia a la total ignorancia. En la misma presentación, Jesús contaba que la magia, en la novela, salió sin haberlo premeditado. Leyendo, te das cuenta de cómo lo sobrenatural aflora en la historia. Es algo que me cuesta explicar y que es mejor que lo leáis en la obra: la magia fluye en la trama, aparece cuando la magia pide aparecer y explota hasta llenarlo todo. En ese sentido, me ha recordado a cómo la incorporó Jesús en “Las tres muertes de Fermín Salvochea”.
Las mujeres en la obra de Cañadas
Mi marido y yo intentamos educar a nuestro hijo desde una óptica feminista, intentando que evite caer en los roles de género tradicionales. Todos los que tengáis críos e intentáis que no repitan clichés os habréis encontrado que la influencia de la sociedad es grande y el machismo llega a tu hijo sin que quieras. Es por ello que creo que es trabajo de los padres aportar referentes a tu hijo.
Jesús es autor de personajes fuertes. Hablando con él hace poco me los recordaba: Carla y Emmeleia en “El baile de los secretos”; Sonia Greene y Susie Lovecraft en “Los nombres muertos”; Alicia y Ruth en “Pronto será de noche”; las niñas, las monjas, las prostitutas, las sufragistas y las madres en “Las tres muertes de Fermín Salvochea”. Y en “El ojo de Nefertiti” no es menos: No es solo Thea, son también la madre de Medhi, la madre de la protagonista, la capitana, la abuela, la encapuchada… Son personajes poderosos, diversos, pero que comparten ansias de libertad y de ser quienes ellas quieren ser. Eso es especialmente interesante, cuando la historia se enmarca en la Europa de inicios de siglo XX. Se plasma en una Thea que no quiere ser una damisela, pero también en mujeres que viven la vida que han elegido tener.
Si es un gustazo leer estos trasfondos en literatura pensada para públicos adultos, más lo es cuando hablamos de una novela juvenil. La búsqueda de referentes, de modelos, de verdades a las que asirse, es especialmente relevante en esa etapa de la vida, y quiero pensar en las chicas lectoras que puedan encontrar aquí modelos. Pero también en los chicos lectores (mi hijo), que vean que el hombre no tiene que ser el fuerte o valiente.
El arte de Marina Vidal
Si el libro ya es una maravilla, la incorporación de Marina Vidal como portadista e ilustradora lo lleva a otro nivel. No diré más de ella, recuperaré las palabras de Jesús en la entrevista que le hicimos en OC: “Sus ilustraciones han conseguido una cosa muy difícil: que me olvide de cómo eran los personajes en mi cabeza antes de ver su ilustración. Ahora Thea y Mehdi solo son como los ha concebido Marina.” Si a mi pequeño monstruo le da solo por mirar los dibujos, con los de Marina se va a enamorar.
Y estos días que soñamos en las adaptaciones que nos gustaría ver en Netflix, yo apuesto por una serie animada con Thea y Medi de protagonistas, tal y como nos los ha dibujado Marina.
Jesús Cañada y Marina Vidal (foto via edebé / cadena ser)
Sobre el estilo
Jesús Cañadas tiene una capacidad camaleónica: sabe adaptar su estilo a lo que requiere cada libro. Los que escribís sabéis lo difícil que es eso (poner la historia delante de nuestro estilo y amoldarnos a lo que queremos explicar) y Jesús lo ha vuelto a hacer.
Y algo mejor aún, puedes encontrar a los distintos Jesús en sus libros según las necesidades. “En Athenea y los elementos: “El ojo de Nefertiti” encontramos la poética de “Los nombres muertos” y el humor de “Las tres muertes de Fermín Salvochea”, y muchas cosas nuevas.
Este motivo creo que escapa a lo que va a disfrutar mi hijo, y es un placer personal: paladear sus frases, el uso metafórico de verbos y sustantivos. Jesús no necesita abusar de los adjetivos para transmitir sensaciones. Y eso es, simplemente, brillante. “El ojo de Nefertiti” es una novela juvenil, para 10 años lo recomienda la editorial, pero a mis 41 lo he disfrutado mucho.
Por cierto, hablemos de los Deus Ex Machina en la novela: No hay. En las historias de aventuras, sean novelas o pelis, los autores suelen recurrir a las casualidades, a la fortuna o, directamente, a la intervención de los “dioses” para salvar a sus personajes o ponerlos en más riesgo. En “El ojo de Nefertiti” eso no ocurre, y si pasa, no lo he visto. Cañadas trama una historia muy firme en todos sus detalles, cada aventura tiene un sentido, una causa y una consecuencia, una explicación. Y con esto no quiero decir que “te lo cuente todo”, sino que no ocurren las cosas porque sí. Y eso demuestra una magnífica planificación de la historia. No sé si voy muy para allá, pero imagino a Jesús sudando por encajar detalles o enfadándose porque alguna escena molona que se le había ocurrido no la pudo meter porque no cuadraba.
Huevo de Pascua
Por cierto, llegad hasta la última página del libro, más allá de los créditos, que Jesús no ha dejado un huevo de pascua.
Valoración
-
- 8/108/10
LJSalart
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