DATOS DEL LIBRO
- Autor: EMILIO BUESO
- Edición: Gigamesh, abril de 2018
- Nº de páginas: 281 páginas
- Serie: Los ojos bizcos del sol
- Colección: NOVUM
- Encuadernación: Ejemplar de prensa
- Lengua: CASTELLANO
- ISBN: 9788416035977
- Fecha de lectura: Abril 2018
- Enlace de compra: Lektu
Antisolar (Los ojos bizcos del sol II)
Ha pasado casi un año desde aquella entrada sobre Transcrepuscular que publiqué en el blog y por la que me cayeron las del pulpo (no confundir con Kraken). La verdad es que la escribí guiado más por la sensación de linchamiento público a la que estaba siendo sometido el autor, que por ganas de comentar la novela. Mezclé campaña de marketing, con novela, con autor y con editorial. Y así me fue…
Hoy, aquella entrada hubiera sido muy distinta —aunque sigo manteniendo casi todo lo que dije— porque cómo ya comenté con el propio autor en Twitter, en aquellos tiempos acababa de empezar y no sabía de qué iba esto y, sobre todo, no sabía quién era Emilio Bueso. Ahora y después de leer casi todas sus novelas, con un año más de experiencia, unas cuantas hostias en el lomo y sin haber leído un solo comentario sobre la obra, creo que el «análisis» va a ser muy diferente. Sí, sigo escribiendo igual de mal, pero aquí estoy. Qué le vamos a hacer…
Antes de empezar, me gustaría dejar bien claros un par de aspectos: no soy crítico literario (ni pretendo serlo) y, sobre todo, no soy una de esas personas que leen buscando errores, ni de contenido, ni de estilo, ni de nada. Así que los «expertos buscadores» que conocéis el estilo de Bueso y lo odiáis os podéis ahorrar la reseña, no la necesitáis. Sé que leeréis la novela para luego despotricar, es Bueso, el «despotrique» en RRSS viene de serie y seguro que hay frases mal construidas y ejes que no rotan, no os preocupéis. Además, es de los que entra al trapo (qué bien hilado…) y contesta.
Para el resto del Fandom, de fans de la saga y de lectores en general, aquí va mi comentario. No como reseñador, ni como experto (que no lo soy), aquí va mi comentario como lector. Un lector que lee para disfrutar, desconectar, viajar a mundos extraños, buscar el sentido de la maravilla y, que además, siempre lo intenta hacer empezando la lectura sin prejuicios.
Bueso y la crispación
Si estáis leyendo esto, supongo que es porque habéis leído la primera parte de la trilogía (luego volveré sobre este aspecto, porque a lo mejor no está tan claro) así que no descubro nada nuevo si digo que no es una obra al uso y que el autor tampoco es uno más. Me ha costado tiempo entender todo lo que rodea a Bueso, pero creo que al final he encontrado la palabra que resume lo que el autor genera en la mayoría de sus detractores: «crispación».
El estilo de Bueso es único. Es capaz de enlazar varias páginas extraordinarias, consiguiendo a la vez impactar y atrapar al lector con ese estilo macarra y directo que te amarra una soga al cuello y, de pronto, romper la magia con una de sus famosas frases. Incorrectas dicen algunos, fuera de lugar dicen otros y yo… yo no tengo una opinión clara al respecto aunque sí varias teorías. Lo que parece un hecho es que esos detalles sacan del texto a los lectores más exigentes. Ahí empieza esa crispación, ese reguero de comentarios que inunda las RRSS hablando sobre sus anteriores obras y que las inundará también con Antisolar.
Otro de los factores que favorece la crispación de cierto sector de lectores de género, es el particular sentido del humor del autor, que es más un juego al que a veces te apetece jugar y a veces no. Reconozco que ese juego ha llegado a hacerme sentir en mis propias carnes esa crispación de la que hablo y que producen ciertos pasajes de sus novelas, consiguiendo que una obra como Cenital, me saque de mis casillas y la puntúe con una estrella en GoodReads, cuando para nada es una mala novela.
Eso es Bueso, una estrella o cinco, no hay grises. Por eso cuando se publicó Transcrepuscular, muchos dejaron la novela apartada después de leer un par de decenas de páginas. Yo mismo no sabía qué pensar (era mi primera vez con Bueso) hasta que dejé atrás las primeras 80-90 páginas y una escena, que no comentaré por si hay gente que no la ha leído, me hizo darme cuenta de que aquello era algo más que un alguacil en el reino de la abeja Maya. Es más, creo que si Antisolar brilla de la manera en la que brilla, es en parte por ese inicio desconcertante de la primera novela. Porque sí, considero que Antisolar es una magnífica novela que brilla con bastante más fuerza que Transcrepuscular.
El cambio en Antisolar
Lo primero con lo que nos sorprende Bueso en Antisolar es que aprovechando un giro en la trama —que no desvelaré— sube un par de marchas el estilo narrativo, sobre todo en la voz del protagonista, convirtiendo la novela en «estilo Bueso 100%» durante gran parte de la narración. Y digo que mantiene esta voz potente durante gran parte de la narración porque me da la sensación que llega un punto en el que vuelve a bajar una marcha. Sobre esto tengo dos teorías: la primera tiene que ver con la propia novela y la segunda con factores externos que tal vez le hayan hecho reescribir parte del texto.
La primera, la que supongo que sería la más lógica si no conociera ciertos detalles que el propio autor ha comentado en las redes sociales, tiene que ver con la mezcla estilo/ritmo de la novela. Los tres o cuatro primeros capítulos me parecen una genialidad en la que el autor consigue ir metiendo al lector en su mundo, sin acelerarse, sin que nadie se pierda y contrarresta este suave reentrada con ese estilo macarra y potente. Pero según la trama va subiendo —que sube a saco— llega un momento en el que la mezcla de estilo/ritmo/trama puede llegar a abrumar, de hecho, yo mismo me he sentido como metido en un torbellino en cierto punto de la novela. Ese es el momento en el que el autor baja una marcha y hasta el final, la historia fluye sin volver a acordarte de Bueso.
La segunda, tiene que ver con factores externos, con comentarios de lectores y «expertos buscadores» que han podido influir en que el autor reescriba parte de la novela, «corrigiendo» ciertos aspectos. Lo gracioso es que hubo gente que comentó que el gran acierto de Transcrepuscular había sido encontrar la manera de retener el estilo macarra y potente del autor, poniendo al protagonista como narrador y dejando un personaje secundario, como El Trapo, para dar rienda suelta al Bueso más reconocible. Pues en esta os vais a cagar con El Trapo…
Creando mundos y rompiendo esquemas
Si ya en Transcrepuscular el autor consiguió romper moldes con su ambientación —aunque algunos dijeron que era más de lo mismo pero con caracoles y babosas—, en Antisolar Bueso se saca de la manga varios ambientes o mundos (no me gusta la palabra worldbuilding) que sorprenden al lector por sus descripciones, que te llegan a meter hasta atrás en su jodida idea, con una suavidad que no llega siquiera a rozar el infodump. Nunca he visto hacer algo así en una novela.
Pero no contento con esto, el autor no solo te obliga a viajar por su laberinto de ambientaciones, sino que consigue romper los esquemas que traías en la mochila de la primera parte. Varias veces. Es una puta locura.
Porque Antisolar rompe con ideas preconcebidas, no importan estilos ni autores, ni siquiera los géneros son importantes. El autor consigue que lo importante sea lo que todo lector busca, la historia. Una historia que no podría categorizar pero que se aleja de la Fantasía cada vez más y se va a acercando a la Ciencia Ficción, no tanto en lo que cuenta sino en lo que esconde. De hecho, creo que un buen experimento sería que alguien se animara a empezar la trilogía por esta segunda parte. Es verdad que creo que Transcrepuscular es necesaria para que Antisolar sea la novela que es, pero por otro lado pienso que da la suficiente información para que el lector llene los huecos que faltan, tal vez construyendo una historia distinta que tiene pinta de ser la hostia.
De los personajes no quiero hablar mucho porque se supone que ya los conocemos de la primera parte, pero si ya eran interesantes entonces, aquí Bueso se ha salido. Ha acentuado —casi hasta la exageración en algunos casos— las personalidades y particularidades de los protagonistas sin llegar a entrar en nunca en lo absurdo o grotesco (de esto no estoy muy seguro). Profundiza a la vez que cambia roles y rompe esquemas levantando y tirando muros. Es como si estuviera en una mesa de mezclas subiendo y bajando potenciómetros y cada uno de ellos fuera un personajes que luego mezcla en pistas. Magistral.
La trama
Nunca entro a comentar la trama en mis entradas, me parece una falta de respeto hacia el lector que quiere llegar virgen a la lectura, pero en este caso, sí que quiero comentar un par de aspectos que me parecen importantes sin entrar en spoilers. No lo hago por despertar el interés del lector, creo que de eso ya se encargarán otros, lo hago porque creo que hay un cambio sustancial con lo que habíamos leído hasta ahora de la serie.
Esta es la crónica de cómo viajamos hasta la cara oculta del mundo para alcanzar lo más hondo del Agujero. De cómo hicimos para atravesar latitudes donde jamás ha llegado la luz del sol, donde la oscuridad lacera y muerde con la fuerza de los glaciares. Seguimos adentrándonos con determinación en la negrura terminal. Seremos leyenda o pasto de la mente colmena.
Estamos de acuerdo: es una sinopsis cojonuda para una novela, pero considero que hay mucho más de fondo. Una profundidad que parte más de elucubraciones que el lector se hace según se van desvelando —a fogonazos— partes de la historia, que de lo que el autor realmente cuenta. Te lleva hacia una idea, la rompe con el siguiente capítulo para finalmente dejarte pensado que tal vez ibas por buen camino dos capítulos después. Esa es la búsqueda que me gusta de esta novela, no la de ejes y mareas erróneas o la de estilos que crispan, la búsqueda de la explicación que supongo que nos dará Bueso en la tercera parte. Una explicación que me temo que no va a ser sencilla y que puede costarle múltiples dolores de cabeza después de que surjan los comentarios de esta segunda parte, que surgir, surgirán a mares. Y eso que supongo que ya llevará mucho ibuprofeno gastado, por elegir un medicamento legal…
Antisolar: Reflexión final
He hablado del autor, del estilo e incluso he reflexionado sobre parte de la trama y no he mencionado un solo bicho en toda la entrada. No ha sido aposta, aunque me siento orgulloso de ello. Porque si Transcrepuscular era el mundo de la abeja Maya, esto es el puto infierno. No voy a entrar más, pero es probablemente una de las novelas con más acción, ritmo y distintas sociedades y especies que jamás vaya a leer. Ha dejado imágenes grabadas a fuego en mi cerebro, que no va a ser fácil que llegue a olvidar. Y todo esto sin forzar nada, dejando fluir la historia. Acojonante.
Tengo que ir pensando en terminar la reseña y me da la sensación de que se me van a quedar cosas dentro, pero si queréis quedaros con algo de todo este comentario, sin duda, quedaos con el consejo de que disfrutéis del texto sin pensar en nada más. Olvidad estilo, autor, editorial y edición. Os aseguro que esta historia merece la pena dejando de lado todo lo que la rodea.
Y recordad: El Trapo sabe, y es más peligroso que nunca.
Gracias a Ediciones Gigamesh por el ejemplar de prensa y sobre todo a Zeta por aguantarme, aunque mi edición oro (y tal vez alguna plata), no me la quita nadie.
Valoraciones Origen
-
9.8/10
Origen
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Buenas 🙂 Ahora que ya he escrito la mía (saldrá jueves o viernes), ya me paso. Yo ya sabes que los temas de polémicas y demás, como siempre, no me meto. No me interesan. Yo he venido aquí por los libros. Siempre ha sido mi principio. Coincido en bastantes cosas, la verdad. Para mi el primer tercio y el último de la novela son mejores que Transcrepuscular. Frenéticos, reveladores, con algunas frases para enmarcar. La imaginativa de Bueso ya estaba demostrada en el primer volumen, pero lo que aquí me fascina es la capacidad para adentrarnos en ese territorio sin sol repleto de cavernas y océanos sin fin. Ya lo de las criaturas, como tu dices, lo dejamos aparte. Con respecto a la voz, como tu y yo sabemos, creo que eso que ocurre al principio de la novela es determinante. Una especie de despertar del Alguacil hacia algo que cobra cada vez mayores dimensiones. Yo no sé que nos espera en Subsolar, pero me temo una ostia made in Bueso. Un abrazo 😉
Deseando leer tu reseña! Gracias Dani.
Me habéis dejado ambos con muchas ganas de hacerme con el libro. El primero me gustó bastante, ese rollo entre genialidad e ida de olla me conquistó.
A ver si puedo hacerme pronto con un ejemplar.
Saludos